Perth, exPerths in life

I dreamed a dream. (Y no era el dream aborigen)

Susan Boyle me persigue esta Navidad, en Madrid, en Singapore, y ahora en Perth, la verdad agradezco su éxito porque su cuota de emisión -aunque seguro que sabe cantar igual de bien otras canciones- resta algunos minutos al limitado repertorio global de canciones de Navidad americanas mucho más pobre que el más folk y surrealista de nuestros “peces en el rio” o “la marimorena”, que en cualquier caso a partir de la adolescencia también resultan ya bastante monótonos.

Estamos en Navidad. Las calles de Perth tienen una discreta pero muy ecológica ornamentación navideña, más basada en adornos que resplandecen con todos los colores cuando les da el sol que en luces que son más bien escasas.

Se me viene una idea para zonas peatonales aún más barata y ecológica basada en la refracción. Cristales/fibras que estratégicamente situados descompusieran hacia el pavimento y los edificios miles de rayos de todos los colores. (para Gallardón 2010 : )

Pero Perth... juego con las palabras -deporte muy australiano- así una franquicia que ofrece pollos a la portuguesa habla de “portugasm” o una furgoneta puede ser “vantastic”, para comprar vino podemos ir a “cellarbration” o la compañía de autobuses de la ciudad es “Transperth”, así pues… pero Perth...

Perth es la capital de Western Australia, aproximadamente un tercio de Australia, una extensión en la que se acomodarían bien España, Francia e Inglaterra y a las dos primeras les tocaría ser desierto.

El resto vegetación de arbustos, arboles diversos de clima cálido entre los que destacan los lilos por su floracion y algunos bosques tropicales con gigantescos ficus, pinos o reforestación de eucalyptus que plantaron los europeos al venir.

El extraordinario jardin Botánico de Perth, perfecto mirador de la ciudad sobre el Monte Eliza, en sus doce hectareas dentro del inmenso Kings Park da una buena muestra de esta vegetación añadiendo plantas y árboles de cualquier hemisferio, a destacar ejemplares de Baobab que al igual que en Africa están también presentes en el norte de Western Australia.

Un paseo elevado en Kings Park nos acerca a las copas de los árboles y nos da perspectivas imposibles solo aptas para loros, cacatúas y otras aves que se ven y sobre todo se oyen a menudo.

Siempre presente en cualquier ciudad australiana por pequeña que sea, desde el “War Memorial” con su llama permanente por los caídos, y recuerdo de todas las batallas de la guerra mundial empezando por Gallipoli, se consigue la mejor panorámica de la ciudad con la primera línea de rascacielos separados de la gran ría que forma el Swan en su desembocadura por una ancha franja verde -Esplanade- en la que en solitario destaca el ultramoderno campanario. El “Bell Tower”, icono contemporáneo de la ciudad, que guarda el regalo de Londres por el bicentenario de Australia en 1988, las doce campanas de St. Martin in the Fields.

El pequeño CBD -centro de negocios- con una veintena de edificios de Tellstra (telefónica australiana) y bancos NAB, ANZ… aseguradoras, deja detrás calles con edificios bajos que recuerdan las high streets de cualquier ciudad inglesa, los antiguos almacenes comerciales con el año de construcción marcado en sus frontis datan siempre años últimos del XIX o primeros del XX. En Murray, King o sobre todo Hay street se ven continuamente, reconvertidos en firmas como MNG, salpicados por edificios mucho mas modernos destacando el de la librería Borders o los grandes almacenes Myer y salpicados por otros más singulares como el antiguo edificio neoclásico de Correos junto a la Wesley Church o el victoriano teatro y pomposo “His Majesty”, no lejos del cual el popular restaurante japonés Matsuri, entre ejecutivos de la zona y turistas, te puede poner muy a punto con el lunch del día por lo mismo que te cuesta un Vips en Madrid.

Las vías del tren dividen la ciudad como a Paris el Sena, así sí esta parte fuera la “rive droite” allende las vías por algunos pasos elevados y puentes está el North Bridge. De nuevo calles con el mismo estilo British pero esta vez con la animación de más bares y restaurantes que tiendas u oficinas, algún Delicatessen como Kalula donde puedes encontrar especias, legumbres,frutos secos, aceitunas, aceites (Carbonell incluido) de cualquier lugar del mundo en un ambiente más que “organic”.

En esta zona está también Chinatown, aunque esta china tiene muchos toques de restaurantes vietnamitas, coreanos, japoneses… Australia tiene un acento asiático pero junto a Sydney, o en proporción aún más, Perth.

Por las tardes la U que forma William, James y Lake street tienen una buena animación, en especial los fines de semana cuando desde albañiles a estrellas de cine, o las dos cosas a la vez como en el caso de Sam Worthington, protagonista de James Cameron en Avatar, frecuentan las terrazas de los restaurantes, los bares-hotel a destacar el The Brass, que tiene por imagen los tres monos de siempre, más el cuarto mono sabio con la pinta de cerveza en la mano, el rockero Mustang con música en vivo y veteranos bailando con mucha marcha y estilo, discotecas como Library, cine en la calle en el cruce ajardinado de Lake st. con James st. donde esta noche unos pocos tirados en el césped se distraen una vez más, supongo, con “Titanic”.

En Beaufort st. el animado “The Court” , cuando me preguntan de donde soy y digo Spain

- Where is that? J

- In Europe J

- And where is that? J

- ah yeah yeah Europe, down New South Wales… J

- Yes, that´s right in betwen NSW and Victoria.

Era en broma, obviamente, pero en muchas formas Australia es un mundo aparte, lejano y único.

Por las tardes todas estas calles del North Bridge están animadas, por las noches hay muchos más semáforos que coches.

En la acera de enfrente de The Court está el Museo de Perth y algo más allá la Galería de Western Australia con un cuadro del famoso pintor australiano Sydney Nollan, que me recuerda como ningún otro, al artista naive de Fuentes de Bejar, Felix Peromingo y otros de los que más me gustan de Blackman, Tucker, Boyd, Perceval o John Power.

En el tranquilo West Perth visito la Holmes Gallery que tiene una gran colección si bien en este caso esta dedicada a la escultora y pintora de Subiaco –cuasi orfebre también por las monedas conmemorativas que presenta- , Mary , pintura de colores alegres alternando con retratos como el de la aborigen Julia, y esculturas de estilización contemporánea entre las que destacaré una que no está en la exposición sino permanentemente en la fuente del Botánico como “homenaje a la mujer”.

El South Perth al otro lado de la ria del Swam accesible por ferrys hay tranquilas urbanizaciones, jardines, el zoo y edificios, tiendas,farmacia… del patrimonio histórico de principios del siglo pasado o finales del XIX.

En los alrededores a destacar el “cool” Subiaco con sus tiendas chic en antiguas casas de estilo colonial. Playas como Scarborough, con cuidadas dunas y un viento perfecto para el wind surf o Cottesloe con su animado Ocean Beach Hotel donde “backpackers”-mochileros, toda una institución en Australia-, surfers, bañistas o todo a la vez se juntan para tomarse unas pintas de cerveza después de disfrutar de la playa.

Y hacia el interior valles con viñedos como el del Margaret river o el del Swam river, en este último subrayo por su conservación la ciudad del Swam, Guildford, hoteles, bares, restaurantes del XIX como el Rose&Crown y edificios públicos de gran interés como el Ayuntamiento y sobre todo Correos.

Mas allá del rio empiezan los viñedos salpicados por una veintena de bodegas.

Hacia el Sur la ria de Mandurah con su Marina y mercado artesanal de los domingos.

Pero si hay un lugar que visitando Perth es obligado ir es Rottnest island, nido de ratas, para el almirante inglés que la descubriera, pero que no lo son. Las quokkas son marsupiales, mini wallabies por pies y patas, con cabeza de ardilla. Hoy animales cuasi-domésticos que participan de los restos de las numerosas barbacoas en tranquila confraternización con lugareños y visitantes.

Asentamiento milenario aborigen, lugar sagrado, que se convirtiera en prisión de aborígenes con la colonización inglesa.

Y de “terrible” prisión a lugar paradisiaco que nunca ha dejado de ser, una isla de 11 kilometros de larga, calas y playas con aguas transparentes, vegetación exuberante de arbustos donde anidan variedad de pájaros, sólo las bicicletas y servicios públicos motorizados pueden circular por su carretera circular. Se puede bucear pero solo con esnorquelear -como dicen en Mexico- en las orillas rocosas de las playas ya se ven estrellas de mar y peces de buen tamaño, incluso los restos de un par de naufragios.

Después de esta lectura no serás un exPerthise en Perth pero junto con las fotos espero haberte dado una idea de la calidad de vida y posibilidades de esta zona de Western Australia.

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